lunes, 6 de diciembre de 2021

Vidas de papel

¡Hola! ¿Qué tal están?

En general todos deben estar de acuerdo si digo “el mundo está repleto de injusticias”, porque, en efecto, no existe un solo lugar en toda su vastedad en donde reine de verdad la felicidad, aun cuando es necesario reconocer como ésta puede encontrarse con más facilidad en ciertas regiones y en menor medida en otras.

Por lo visto el cuento del mago y el político es cada vez más cierto, y éste último en verdad se dedica a desaparecer al primero cuando lo ve resolviendo los problemas con un solo gesto de su varita, dado si los problemas desaparecieran no habría un sitio en este planeta para todos esos demagogos; y digo más, si lo analizamos bien, muchos de los problemas se deben precisamente a la existencia de esa clase de individuos y de sus marañas de costumbre, provocadores de debacles económicas, por lo común escudados en esa nebulosa de contradicciones llamada ideología, a la cual se recuestan sólo cuando les conviene.

En todo caso, cuando la situación es más dolorosa es cuando el problema afecta a los niños y las niñas, puesto se encuentran en un momento vulnerable de una vida aún no vivida, y no deberían de sufrir no sólo por hambre y desnutrición sin fundamento real, sino tampoco debido a ningún estúpido obstáculo limitador de la insuperable creatividad de ese instante de sus existencias, momento cuando un ser humano es capaz de asimilarlo todo más fácilmente.

En la película turca de 2021 Vidas de papel (Kagittan Hayatlar) del director Can Ulkay y protagonizada entre otros por Çagatay Ulusoy, se aborda precisamente ese doloroso tema referido a los niños de la calle en la ciudad de Estambul, y se lo hace mostrándonos la dura vida de Mehmet (Çagatay Ulusoy), un hombre abandonado de niño a su suerte en dicha populosa ciudad y ahora encargado de un depósito de residuos.

El director Can Ulkay empezó su carrera cinematográfica recientemente con la filmación del drama histórico Sarikamis Cocuklari (2017), y ese mismo año se encargó también de rodar Ayla: The Daughter of War, la película seleccionada para representar a Turquía en los premios Oscar en EE.UU.

En cuanto a Çagatay Ulusoy se podría decir es un actor bastante conocido en la televisión de su país, en primera instancia por haber sido elegido mejor modelo de Turquía en un concurso de belleza en 2010, y después debido a su participación en la telenovela turca Medcezir (versión de la serie The O.C.), por la cual recibiría la Mariposa Dorada (Altın Kelebek), el máximo galardón audiovisual otorgado en su país, aun si los amantes de las series televisivas tal vez conozcan más a Ulusoy por su protagónico en la serie Hakan El protector debido a haber sido éste su protagonista.

Pero volviendo a Vidas de papel, la trama de la película, en parte narrada por Gozin (Ersin Arici), un amigo de Mehmet, nos conduce de la mano por el día a día de este último, un hombre como hemos dicho encargado de un depósito de desperdicios de Estambul que padece una enfermedad incluso más terrible que la causada por sus riñones, para operarse los cuales ha estado reuniendo centavo a centavo; es en dicho depósito en donde Mehmet se encuentra una noche con Ali (Emir Ali Dogrul), un niño por lo visto desamparado, habitante de las calles después de haber sido abandonado a su suerte por su propia familia; y digo por lo visto puesto la realidad no es exactamente como lo podría parecer en un principio, y poco a poco nos podremos ir dando cuenta de la conmovedora historia detrás de la historia mostrada en un primer plano en la película.

El encuentro inesperado con Ali revive en Mehmet su propio pasado, y tal vez por rememorar su niñez, éste se propone salvar al niño a pesar de su indudable necesidad y de su grave enfermedad, reclamando para ello de la colaboración de su inseparable Gonzi, el cual, a pesar de oponerse a la decisión de Mehmet por estar cada vez más preocupado por su menguante estado de salud, le presta una vez más todo su apoyo en silencio, sin pedirle nada a cambio.

Por mi parte, es precisamente esa manifestación de amistad sin límites de Gonzi, la cual dicho sea de paso no se comprenderá en su completa dimensión hasta el final de la película, lo que me pareció más admirable de la trama, porque en un mundo como el actual, resulta casi increíble poder contar con un amigo como ese.

En resumen, y para no revelarles los secretos de Vidas de papel, sólo diré me decidí a recomendársela a todos después de verla por considerarla como una obra de calidad digna de ser apreciada, un filme en donde además de lo dicho sobre la situación desesperada de los niños de la calle de Estambul, expuestos a toda clase de privaciones, peligros, explotación y drogas, vemos un canto a la amistad entre unas personas que no han podido ser derrotadas por la adversidad, la pobreza o la enfermedad.

Por ahora me despido esperando sus comentarios acerca de esta magnífica película de origen turco, o puede incluso hasta sus recomendaciones sobre otros filmes de similar factura.

¡Hasta pronto!

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