martes, 19 de octubre de 2021

Azteca

¡Hola! ¿Qué tal están?

En esta oportunidad me gustaría hablarles un poco de los mexicas, uno de los pueblos en su momento dominantes en América, y también recomendarles la lectura de una interesante novela en donde uno de ellos es el protagonista.

En efecto, en su momento los mexicas, más conocidos por aztecas en la historiografía tradicional, llegaron a ser uno de los pueblos más desarrollados de Mesoamérica, creadores de una sociedad civilizada y poseedora de artes y ciencias avanzadas en la cual, no obstante lo dicho, existían los sacrificios humanos producto de sus creencias religiosas.

El pueblo mexica poco a poco conformó también uno de los imperios más poderosos de los existentes en el continente americano a la llegada de los europeos a nuestras tierras. Por muchos años dominó a sus vecinos con crueldad, cubriendo un territorio realmente extenso si se tiene en cuenta no disponían de caballos, y mantuvo ciudades colosales para la época, en las cuales cantó con orgullo sus hazañas. En particular fueron esos grandes centros urbanos los que despertaron más admiración y asombro entre los españoles después de su llegada, puesto que nunca antes habían visto en el "Nuevo Mundo" a otra gente tan organizada poblando ciudades tan bien cuidadas, tan prósperas, limpias y ricas, y no volvieron a ver otras hasta encontrarse con los Incas en Suramérica varios años más tarde. Por desgracia, en nuestro tiempo sólo podemos imaginar la emoción de los contemporáneos al verse en esas calles tan concurridas, entre las cuales llamó en especial la atención de los españoles las de la ciudad capital mexica, México-Tenochtitlán, según las propias palabras de varios de los participantes en la campaña comparable a Sevilla o Roma, puesto tenía mucha más población en esa época. Pero todo ese período de gran esplendor llegó a su término, como todos conocemos, con la caída de dicha ciudad capital en manos de los súbditos de Carlos V capitaneados por Hernán Cortés; y, no importando su grandeza anterior, salvo por la supervivencia de la lengua náhuatl de la que hasta se importaron unas pocas palabras a la lengua castellana, y por un cierto número de costumbres que los españoles no fueron capaces de erradicar, el mundo azteca se convirtió en un mundo perdido para nosotros, aun teniendo en cuenta que es uno de los que más ha sido estudiado por los eruditos.

Es precisamente ese mundo lleno de contradicciones y de belleza en la época de la llegada inminente de los europeos, ese pueblo que conformaba una sociedad llena de contrastes y creencias que en nuestra época nos parecen crueles y despiadadas, el que se recrea en la novela histórica Azteca publicada en 1980 por el escritor de origen norteamericano Gary Jennings (1928-1999), y eso la hizo una de mis favoritas desde que tuve el verdadero privilegio de leerla.


La trama de Azteca, plagada de datos históricos y curiosos, está narrada con una insuperable desnudez, no sólo en cuanto a la documentación de la vida cotidiana de los mexicas en sus más mínimos detalles, tanto antes de la conquista como durante ella, sino en la descripción de los excesos cometidos por los españoles para lograr sus objetivos. El autor pasó doce años viviendo en México para poder llevarnos, por boca de Tliléctic-Mixtli (Nube Oscura) el protagonista de la novela, en un  interesante paseo a ese tiempo pasado, a esos días decisivos para la historia de América, sin que por lo antes dicho resulte tediosa la lectura. Por el contrario, el texto nos hace partícipes de una manera amena e instructiva, con retratos verbales llenos del colorido de los paisajes, los personajes, y los hechos trascendentales ocurridos desde la niñez del narrador de la novela hasta poco después de la caída final de la que una vez hubo de ser una demoledora potencia que dominaba un territorio mucho más amplio que el ocupado por su nueva metrópoli.

Por todo lo anterior pienso que la lectura de Azteca será del agrado de todos los que de un modo u otro sean amantes de la novela histórica, y eso es lo que me inclinó a recomendarla en este sitio; y hasta me siento seguro de que les gustará a esos a los que les atraen más las novelas románticas, porque en Azteca nada falta, y mucho menos carece de sentimientos y romanticismo.

El indiscutible talento de su autor hizo posible en verdad que pudiera darnos a conocer con maestría sus consideraciones acerca del amor, de la vida y de la muerte, como bien dice en una reseña de la novela, al revelarnos la trágica historia de Nube Oscura, sin duda reflejo del destino de su mundo.

En todo caso, debo decir que la novela tiene continuación con el título Otoño Azteca, y que se pensó hacer incluso otra novela más titulada Sangre Azteca a partir de las notas de Gary Jennings, para entonces fallecido.

Pero a mí personalmente no me gustó demasiado Otoño Azteca al contrastarla con Azteca, no sé si otros compartan mi parecer al respecto y sería bueno lo comentaran si la han leído; eso no significa sea mala, no obstante, es bastante buena desde mi modesto punto de vista, sólo me da la impresión de que no llega a la altura de su predecesora, después de todo algo bastante difícil. 

El cineasta mexicano Alfonso Aráu tenía prevista la realización de una miniserie de televisión basada en la novela original, y también se había programado la creación de una serie de películas, sin embargo, no conozco en dónde pararon esos planes y por eso no les puedo decir si las adaptaciones existen; en caso de que alguien sepa algo más sobre Azteca y sus adaptaciones espero tenga un momento para compartir sus conocimientos con el resto de nosotros a través de un comentario, al menos para saber si la serie llegó a existir, y en ese caso dónde sería posible conseguirla.

Me despido esperando les sirva de algo la recomendación de esta interesante novela histórica, y si no la han leído todavía, una vez más los exhorto a hacerlo, porque creo no van a arrepentirse.

Me gustaría pudieran comentarme también sobre las novelas de su preferencia puesto es posible me resulte placentero poder leerlas.

¡Hasta pronto!

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